BIENVENIDO A TU ENTORNO

Todo aquello que nos rodea influye en cómo somos, en QUIENES somos. No es poca cosa. La interacción con nuestro propio entorno es constante y muchas veces inconsciente: solemos pasar por alto todo aquello que por conocido “miramos sin ver”.

Algo cambia cuando somos los actores en un escenario que no es el nuestro, cuando viajamos. La mente se abre, los sentidos se afinan. Queremos nutrirnos de cada sonido, de esa luz, del aroma que nos envuelve en un momento concreto. Confeccionamos nuestros recuerdos tejiendo esas experiencias, entrelazándolas para rescatarlas cuando nos plazca. Por eso un viaje siempre lleva consigo un recorrido por nuestro interior.

Pero volvamos a nuestro propio escenario, ese que muchas veces nos parece estático. No hay más que pararse un momento para darse cuenta: todo aquello que nos es tan familiar forma parte de nuestro ADN cultural. Es nuestro patrimonio.

Cuando hablamos de patrimonio no nos referimos solo al material, al que podemos palpar y que ha permanecido presente durante siglos recordándonos que otros antes que nosotros vivieron y sintieron. Patrimonio también son los caminos, las emociones, los cultivos, las leyendas, los ritos y las recetas, todo lo que se nos ha transmitido y que hemos ido repitiendo sin ser conscientes de que nosotros también hacemos patrimonio.

La experiencia de tomar conciencia del potencial de nuestro patrimonio, de poder crecer, aprender, enseñar e innovar en torno a él, de poder ofrecer lo mejor al que nos visita está a nuestro alcance.

Es hora de disfrutar y compartir nuestra riqueza.

Bienvenido a tu entorno, bienvenido a Itineris COMA

AMAIA VALDEMOROS

Una idea en “BIENVENIDO A TU ENTORNO

  1. Lorena Responder

    Me gustó mucho la definción del Patrimonio. «Patrimonio también son los caminos, las emociones, los cultivos, las leyendas, los ritos y las recetas, todo lo que se nos ha transmitido y que hemos ido repitiendo sin ser conscientes de que nosotros también hacemos patrimonio.», Ese código que todos compartimos. Se hace más real cuando eres extranjero y te consigues con un copatriota, que bien se siente en compartir los mismo códigos.

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