Justificación de la variante del Camino de la Cruz de Caravaca de los Templarios en Navarra.
En 2012, cuando se diseñó el Camino por encargo de la Obra Social de Caja Mediterráneo, se establecieron unos criterios específicos para el diseño y realización del recorrido que implicó buscar principalmente caminos históricos y tradicionales, por lo cual se estableció el itinerario entre Artajona y Marcilla por una vía pecuaria (protegidas por Ley autonómica y estatal como dominio público) y, en parte, considerado GR (sendero de Gran Recorrido) por parte de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada. Este recorrido inicial tiene una distancia muy larga sin servicios ni apoyo posible, además de tener dificultades de mantenimiento por estar alejado de entidades que puedan cuidar del trayecto.
En 2019, cuando más de 24 municipios navarros de varias comarcas del sur de Navarra se interesaron por el proyecto, entendimos que era necesario replantear la propuesta inicial incorporando un criterio que desde hace varios años está tomando fuerza en la sociedad española, especialmente en los territorios deprimidos socioeconómicamente y olvidados desde las administraciones. Todos estos municipios propusieron un recorrido alternativo invitando a los peregrinos a transitar de forma más segura y con una importante oferta de servicios y patrimonio que ofrecer.
Hemos entendido que, además, que esta nueva propuesta resulta de gran interés para todos, ya que dota al Camino de valores y criterios de calidad que lo hacen mucho más atractivo para los peregrinos que se planteen utilizarlo. Hemos de saber que pasa por todos los núcleos urbano y que las distancias entre una villa y la siguiente no pasa de más de 15 kilómetros, a diferencia de la propuesta original que la distancia es de más de 36 kilómetros de campo deshabitado.
Además de esto los municipios garantizan la disponibilidad de caminos y sendas practicables para desplazamientos no motorizados, lo cual asegura y acredita una mayor seguridad y calidad en los trayectos.
Todos los municipios ofrecen la divulgación de su patrimonio natural y cultural y una amplia oferta de servicios, principalmente alojamientos y restauración, tan importante para un producto cultural y turístico como este. Todo ello en el marco de la necesidad de crear programas alternativos de diversificación de la oferta y el empleo a las ocupaciones tradicionales de la comarca.
Si a todo ello le sumamos el gran interés que estas administraciones locales han mostrado por este proyecto, consideramos que todo ello puede ser una garantía de cuidar y mantener la infraestructura, dando cada vez más participación a la iniciativa privada, lo que garantizaría unas nuevas oportunidades de desarrollo socioeconómico de las comarcas implicadas.