FRAY CARLOS DE BAYONA Y ORTIZ, CONFESOR REAL

Subiendo por la calle del Aguau me encuentro con un bloque de viviendas que sustituyó hace unos años un palacio que era conocido por el mismo nombre de la calle. En dicho bloque se conserva un dintel de piedra original del palacio que se muestra en una de las fachadas. El dintel tiene una curiosa inscripción que puede leerse y que más o menos sería: "El Revenderísimo Señor Padre Maestro Fray Carlos de Bayona, confesor del rey nuestro Señor Carlos 2. Año 1680."

La sorpresa es que estamos hablando de un artajonés ilustre que fue confesor real del último de los Austrias Menores del siglo XVII, monarca llamado "El Hechizado" con serios problemas físicos y psicológicos, y que para muchos historiadores supuso la constatación de la decadencia del imperio español de los siglos XVI y XVII. El problema más importante será el sucesorio. Sin descendencia buscará un heredero. Dos serán los candidatos: Felipe de Borbón, candidato francés, que era nieto de la hija mayor de Felipe IV, y Carlos de Austria, candidato de la línea alemana de los Austrias y nieto menor de Felipe II. Tras fuertes presiones por ambos bandos, Carlos II dejó como heredero a Felipe de Borbón, futuro Felipe V (el rey actual de España es Felipe VI). La decisión provocará la Guerra de Secesión entre los candidatos entre 1700-1714, lo que supondrá a la larga la implantación de una nueva dinastía (Borbón), que con interrupciones ha llegado hasta nuestros días.

En estos momentos tan importantes para la Historia de España y de Europa aparece nuestro artajonéss, Fray Carlos de Bayona y Ortiz (1630-1682). Siguiendo como siempre la obra de José María Jimeno Jurío (Obras Completas Merindad de Olite. VI. Historia de Artajona, páginas 192-194), en el siglo XVI y XVII hubo en Artajona distintos personajes de apellido Bayona que llevaron el nombre de Carlos. Nuestro Carlos será uno de los cuatro hijos del matrimonio de Gracián de Bayona y Águeda Ortiz. Nació el 1 de diciembre de 1630. Carlos Andrés ingresó en la religión de Santo Domingo y llegó a ser un lumbrera en la Orden. Estudió teología en las Universidades de Valladolid y Alcalá. Fue regente del colegio de Santo Tomás en Alcalá y prior de San Pablo en Valladolid. Inició una magna obra, la Filosofía complutense, de la que escribió el primer tomo.

Carlos II lo nombró su confesor en 1680. El confesor real era uno de los oficios de la corte más importantes del Antiguo Régimen en España, pues sus funciones iban mucho más allá de escuchar a Su Católica Majestad en confesión, ejerciendo de consejero en todo tipo de asuntos (espirituales y temporales) e interviniendo en todo tipo de nombramientos (eclesiásticos y civiles).

El nombramiento de Fray Carlos fue acogido con alegría y entusiasmo en la villa de Artajona, que lo celebró con fiestas especiales en las que predicó el P. Juan Rodríguez Manzanares, dominico del convento y Universidad de Santiago en Pamplona, realizando un sermón en el que se relataban las grandezas de nuestro artajonés. Carlos mantendrá buenas relaciones con su familia y con el pueblo de Artajona.

No llegó a dos años lo que duró nuestro dominico como confesor del rey. En el libro 3º de difuntos de la parroquia va esta cita escueta: "El Rvmo. Sr. el padre maestro fray Carlos de Bayona, confesor de su Magestad, murió el 19 de marzo de 1682. El bachiller don Sebastián Ortiz."

Es verdad que fray Carlos de Bayona no fue el único confesor real de Carlos II (llegó a contar con ocho) y que solo estuvo dos años. Pero si lo extrapoláramos a la actualidad estaríamos hablando de un personaje muy relevante para nuestra querida Artajona. Quien desconocía de su existencia, se pase por el Aguau a leer la inscripción labrada en la piedra del dintel.

Pablo Guembe Eguinoa. Historiador.

 

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