Senderos y caminos reales, muchos de ellos marcados por las calzadas romanas, han servido para configurar el entresijo de vías de cooperación de nuestros territorios desde épocas remotas.

Tierras atravesadas por romanos, suevos, vándalos, alanos, vascones, musulmanes, francos y quién sabe cuántos otros pueblos y civilizaciones que dejaron su sangre en mil batallas y sus dineros en multitud de transacciones comerciales. Caminos y cañadas fueron testigos del tránsito de hombres y ganado; militares y campesinos; bandoleros y mercaderes; peregrinos y monjes.

Aquí convivieron, alternando la armonía con el conflicto, cristianos, musulmanes y judíos; templos, casas y barrios de diversas poblaciones dan fe de su paso. Y aquí dejaron su huella, en forma de conventos y monasterios, diversas órdenes mendicantes, tales como franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, mercedarios y trinitarios, y organizaciones rodeadas de misterios y simbolismos como la Orden del Temple cuya huella puede encontrarse en templos y edificios repartidos a lo largo de nuestra geografía.

En los albores del tercer mileno, Itineris COMA, consciente de la riqueza cultural forjada a lo largo de los siglos, quiere mantener el recuerdo vivo de quienes pisaron estos caminos y nos dejaron su legado cultural.

Con el objetivo de dar visibilidad a los territorios atravesados por caminos históricos, nuestro deseo es impulsar la actividad económica, cultural y turística, manteniendo siempre una visión cooperativa entre los distintos municipios, un absoluto respeto por la naturaleza y una puesta en valor del patrimonio, con la activa participación de la ciudadanía.

Que las uniones y desuniones del pasado nos sirvan de aprendizaje para la construcción de un futuro próspero en el que todos los agentes sociales nos sintamos protagonistas del destino de nuestra tierra.

JAVIER SALVAT