LOS TEMPLARIOS Y OTRAS ÓRDENES MILITARES

 

Iglesia de San Saturnino. Esta iglesia de Artajona (Navarra) se alza sobre los restos de otra románica que perteneció al Temple.

 

Iglesia de San Pedro. En la parte baja del pueblo de Artajona (Navarra), fuera del recinto amurallado, la Iglesia de San Pedro, de estilo gótico y planta de cruz latina con nave de tres tramos, conserva una Vera Cruz del siglo XII que casi con certeza perteneció a la Orden del Temple.

 

Murallas de Artajona. Los templarios se instalaron en Artajona (1142) y reforzaron su cerco o cinturón de murallas.

 

El profesor Santos García Larragueta, en su obra El Temple en Navarra, sostiene que entre 1128 y 1136 ser realizaron en la ribera navarra del Ebro seis donaciones a la orden. Este dato permite establecer que apenas finalizado el Concilio de Troyes los templarios se establecieron en Navarra. En el año 1135 los templarios recibieron de García Ramírez la primera donación real, que se convertiría en la importante encomienda de Novillas. Entre 1141 y 1158 se completó la expansión templaria en Navarra. Durante esos años las tierras riojanas se habían independizado del Reino de Navarra e incorporado a Castilla, y los templarios se preocuparon de tener bajo su control las localidades y fortalezas que protegían a los peregrinos que se encaminaban a Santiago. Los templarios navarros y riojanos tuvieron cuatro dominios de especial importancia: Tudela/Ribaforada, Puente la Reina/Estella, Novillas/Funes y Alcanadre (la única posesión riojana).

Artajona. En la parte alta de esta población templaria, protegida por el llamado "Cerco de Artajona", se levanta la iglesia de San Saturnino en los terrenos de un templo anterior construido por la Orden del Temple. La iglesia tiene una sola nava, bóveda de crucería y cabecera polligonal.

Caravaca de la Cruz. En la Edad Media Caravaca de la Cruz (Murcia) se convirtió en un lugar estratégico debido a su posición geográfica entre los reinos de Granada y Murcia. En 1264 su fortaleza quedó bajo la tutela de la Orden del Temple y en 1312, tras su desaparición, pasó a m anos de la Orden de Santiago. De la época medieval conserva un  castillo de origen islámico (siglo X-XI), y la basílica de la Vera Cruz, de fachada barroca (siglo XVIII), que alberga una cruz patriarcal que al parecer perteneció al Roberto de Jerusalén.(se venera en Caravaca desde el siglo XIII). La Cruz de Caravaca, un lignum crucis, según la tradición apareció de manera milagrosa el 5 de mayo de 1231 cuando el sacerdote Ginés Pérez Chirinos se disponía a celebrar una misa por orden del valí Abu Zeit. Se improvisó un altar en el alcázar y el sacerdote se quejó ante el valí de que le faltaba una cruz. En el momento de su protesta dos ángeles se le aparecieron portando una. En 1934 unos ladrones robaron el lignum crucis (que nunca apareció) y, en 1954, el papa Pío XII entregó a Caravaca un nuevo fragmento de la Vera Cruz.

Los caballeros templarios tenían por lema una frase latina que figura en la Biblia: Non nobis, Domine, non nobis, des nomine tuo da gloriam. Esta frase, como la mayoría de los aspectos de la Orden del Temple, también da lugar a numerosas controversias. De manera generalizada se traduce como: "No para nosotros, Señor, no para nosotros, sino para la gloria de tu nombre". Sin embargo, hay autores que sostienen que esta traducción resulta incorrecta y que el caballero templario que la recitaba no solicitaba gloria para sí mismo en el nombre de Dios, sino la gloria para el nombre de Dios. Esta última traducción se corresponde con el Salmo CXV, 1: "No a nosotros, Señor, sino a tu nombre da la gloria." Este salmo se invocaba antes de entrar en combate.

Gran libro de los templarios y otras órdenes militares. Servilibro Ediciones

 

 

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