La trascendencia que la reliquia de Caravaca tiene en todo el mundo merece un apartado especial. La primera consideración al respecto hace referencia a su peculiar forma, con dos travesaños; el superior es un tanto más corto. Suele representarse con dos querubines, uno a cada lado. La cruz de Caravaca tiene la forma del relicario que la guarda, no la de la reliquia propiamente dicha. Tradicionalmente, las reliquias se guardan en arquetas confeccionadas con materiales nobles, pero en el caso de los lignum crucis, esta tradición se altera radicalmente y se prefirió utilizar otros dos soportes muy característicos. El más común es el de una cruz de altar que, en su centro, tiene un espacio hueco, a menudo protegido con cristal, en el que se coloca la astilla sagrada. Por otro lado, en Oriente surgió una tradición muy especial que consistía en construir relicarios con forma de cruz, denominados stauroteca y que, en la mayoría de los casos, estaban flanqueados por dos ángeles protectores. Esta es la finalidad de la conocida como cruz de Caravaca, servir de relicario para el lignum crucis que se veneraba en la encomienda templaria. La leyenda que identifica la sagrada madera de Caravaca con la que portaba el patriarca de Jerusalén parece justificar motivo más que sobrado para que el relicario original fuera el mismo que guardaba la reliquia en Palestina, y que encajaría perfectamente con los ángeles portadores de la leyenda de la aparición. Las nuevas staurotecas probablemente se inspiraron en el modelo original y reprodujeron sus formas.
La cruz de Caravaca es la llamada cruz patriarcal, la forma del pectoral que llevaban los patriarcas. También se la conoce como cruz de Lorena, porque uno de los primeros relicarios de la Vera Cruz, con esta forma, fue a parar a manos del rey Renato de Lorena, que la incorporó a su emblema. El caudillo de la primera cruzada, Godofredo de Bouillon, duque de la Baja Lorena y primer rey de Jerusalén con el título de Advocatus Sancti Sepulchri era miembro de la casa de Lorena y, por tanto, descendiente de la dinastía merovingia, de tanta trascendencia en la leyenda griálica. Puede ser interesante resaltar que en la laicista Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, la Resistencia francesa adoptó la cruz de Lorena como símbolo de la lucha el invasor nazi.
¿Qué representa la peculiar cruz de Caravaca? ¿Por qué dos travesaños? La explicación más sencilla supone que el travesaño superior no es otra cosa que la representación del título que “Pilato” ordenó colocar en la cruz de Jesucristo. A partir de ahí, las teorías se multiplican: algunas incluso la identifican con la Orden del Temple y sugiere que se trata de la superposición de dos cruces, una tau (T) que sirve de base y que sostiene una cruz griega de cuatro brazos iguales, que podía representar la reliquia de la Vera Cruz que se conservaba en Jerusalén en la época de las cruzadas. Su sentido más probable se refiere a una distinción jerárquica establecida en la Edad Media; así, los obispos llevarían como pectoral una cruz sencilla, los patriarcas y obispos de sedes preeminentes, la llamada cruz patriarcal de dos brazos horizontales, y el sumo pontífice, una cruz con tres brazos horizontales, conocida como cruz papal, y en la que se representa su triple misión: enseñar, gobernar y santificar.
CODEX TEMPLI, Varios autores, Debolsillo, Penguin Random House Grupo Editorial